Sin incrustar
06 abril 2005No me gusta el tiempo que pasa impasible, el que ni siquiera se nota, el tiempo que no es posible ni verlo, el fugitivo. No me gusta que pase a escondidas, ajeno, como si yo no estuviera ocupando el sitio donde estoy sentado. No me gustan los días que parecen el inciso de otro.
No, no me gustan. Me parece haber estado mirándome todo el tiempo, inmóvil, atado al suelo como si yo fuera mi mascota. No me gusta nada ese tiempo de mierda del que ni me doy cuenta, ese que pasa por fuera. No, no me gustan los días flacos, ni volver a la cama sin empezar nada, sea un itinerario o una charla.
No vuelvas a joderme con días más estrechos que las venas.