cuentos de los días sumergibles


Los colores y los días

Sandy Skoglund

Hoy he arrastrado el día con los párpados, me he licenciado como faquir y se me ha roto el sol entre los dedos. Despreciaría mi torpeza si no fuera porque más bien creo que ha sido culpa de mi gusto por el juego. De todas maneras no quiero que nadie se alarme. Prometo poner un sol donde estaba el otro.

R.G.



Dos canciones por las que brindar:


Pesadilla en el parque de atracciones

Quiero que sepas que ya me esperaba que esto ocurriera y que no pasa nada
solo me da la razón
y que estaba aprendiendo de cada momento que he estado contigo
y pienso aplicar contra mis enemigos tus tácticas sucias de acoso y derribo
pero también he sacado lo bueno de todo este enredo
y quiero que sepas que espero que acabes colgando de un pino
cuando veas lo imbécil que has sido
cuando veas que lo has hecho fatal
y que quiero que sepas que ha sido un infierno estando contigo
el infierno es lo mas parecido
te pareces un poco a Satán.

Quiero que sepas que me he acostumbrado a tus putas escenas de ahora me largo
lárgate ya de verdad que sería una suerte si no vuelvo a verte en los próximos años
por mi que podías tirarte de un tajo
que ya lo que hablas me trae sin cuidado
si me pongo a pensarlo un momento tal vez lo prefiero
así que ya sabes que espero que acabes pegándote un tiro
cuando veas lo imbécil que has sido
cuando veas que lo has hecho fatal
y que quiero que sepas que ha sido un infierno estando contigo
que por poco no acabas conmigo
pero soy difícil de matar
y que quiero que sepas que ha sido un infierno estando contigo
el infierno no es tanto castigo
te pareces bastante a Satán.

Los Planetas



Han caído los dos

Han caído los dos cual soldados fulminados al suelo
y ahora están atrapados los dos en la misma prisión
vigilados por el ojo incansable del deseo voraz
sometidos a una insoportable tensión de silencio.

Han caído los dos bajo el punto de vista exclusivo
iniciando una guerra en que nadie pudo vencer jamás
ella sabe lo que el hombre espera sin haberlo aprendido
y él encuentra un sentido al enigma que no le dejaba existir.

Antes eran dos barcos sin rumbo
hoy son dos marionetas que van
persiguiendo una luz cegadora
por la línea del tiempo.

Han caído los dos en la boca de un dios tenebroso
que sonríe mostrando sus dientes de acero.
Han caído los dos cual soldados fulminados al suelo
y ahora están atrapados los dos en la misma prisión
vigilados por el ojo incansable del deseo voraz
sometidos a una insoportable tensión de silencio.

Antes eran dos barcos sin rumbo
hoy son dos marionetas que van
persiguiendo una luz cegadora
por la línea del tiempo.

Han caído los dos en la boca de un dios tenebroso
que sonríe mostrando sus dientes de acero.
Ella sabe lo que el hombre espera sin haberlo aprendido
y él encuentra un sentido al enigma que no le dejaba existir.

Radio Futura

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