cuentos de los días sumergibles


La galería

algunas veces, cuando pienso en ti
sueño con la asfixia
un dolor atroz que podría hacerme estallar la tráquea
si gritara
una falta que me privara del aire
algo como una infección pudriéndome avivadamente
todos los tejidos
sueño con un corazón expropiado
desalojado
saqueado y devastado
sueño con sus cenizas aún humeantes
el mal olor de la extinción
el mundo entero descomponiéndose
ahí dentro
como el cadáver de un caballo
al que el incendio sorprendió en medio
de una extensión florida
e infinita
a la que pusieron un nombre destinado
a borrarse
sueño con los gusanos
las bacterias
el moho
el polvo
el tiempo
la gran pompa de un espejismo
que se rompe
sueño con la histeria
los chillidos de los niños
la violencia de animales que merodeaban
la casa
como fantasmas sin uso
algunas veces
–no puedo evitarlo todavía
cuando pienso en ti sueño con horizontes
muertos de cansancio
con un vendaval que levanta los coches
y deshace los tejados
un prodigio que parte las encinas
y abrasa las polillas que caen al suelo
como ascuas
sueño con astillas
cascotes
raíces despedazadas
como si ya nada pudiera crecer
allí
que no es un lugar
ni es el pasado
sueño con esa invención
que ya no puede cultivarse
engullida por lo ignoto
y unos arranques de furia
mayores
que el viento que arrastrará
la broza de este sueño
inexacto
como al fin y al cabo
lo es todo
así que ya ves
algunas veces, cuando pienso en ti
sueño con el elemento más sórdido de la naturaleza
desconozco cuando podré telefonearte
saluda a tu familia
de mi parte

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