cuentos de los días sumergibles


Contra el tedium vitae

Estoy abandonándome a todos los límites. Me llevo a los extremos. Me exprimo sin vacilaciones. Todas y cada una de mis dificultades las estoy poniendo al fuego. Desafío a mi salud. Apuesto mi refugio por cualquier accidente. Exhibo mis contradicciones con suficiencia. Me maldigo y echo a reír. Si me inquieta estar entre la gente no hago otra cosa que rodearme de ella. La vida es una operación quirúrgica en la que revuelvo sin proporción alguna mis órganos como en un juego. Es tan entretenido… Recuerdo que Baudelaire escribió que la vida sólo tenía un encanto verdadero: el del juego; pero ¿y si resulta indiferente ganar o perder?

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