cuentos de los días sumergibles


Las píldoras de Hans

Alessandro Bavari

HANS: Estas casas son una mierda, el barrio entero es una mierda, lleno de esta perezosa porquería. La gente con esa mirada fláccida, uno no sabe si son personas o filetes rebozados. Así no se puede vivir. Es la ciudad, prostituye el instinto del hombre a cambio de un merecido letargo de mierda. Les ahoga, les cambia la respiración por ropa interior sexy.
PERSONALIDAD 1: Esto es Sodoma.
HANS: Desde luego no es muy diferente de Sodoma, sólo que menos libre. Pero oye, nosotros no somos ningún predicador, que lo descubran ellos mismos. Tú a callar.
PERSONALIDAD 2: Ojalá fuera Sodoma, nos asfixiaríamos bajo un coño distinto cada día sin tener que hacer tanta comedia.
HANS: Cállate tú también. Callaos los dos. Vamos a pasear tranquilamente. Aunque hayan mentiras, centros comerciales y recaudadores de impuestos, también hay otras cosas. Están el arte, las partidas de cartas…
PERSONALIDAD 2: Y mujeres como esas. ¿Habéis visto a esas dos? Menudas piernas. A tomar por el culo los impresionistas y toda la baraja. Vamos para allá.
PERSONALIDAD 1: ¡Eh! Date la vuelta. Ellas no quieren eso. Ni siquiera quieren tener sexo. Lo que buscan es confianza.
PERSONALIDAD 2: Lo que buscan es dominación. Vamos, Hans.
HANS: ¡Callaos!
PERSONALIDAD 1: Amordázale, Hans, y vamos a buscarnos una mujer de verdad, una de las buenas.
PERSONALIDAD 2: Qué cursi. Vamos a cazar panteras.
HANS: ¡Que os calléis!
PERSONALIDAD 1: Pero si te encanta cómo dicen buenos días. Tú sabes cuáles son. Ellas dan ese calor.
PERSONALIDAD 2: Como un pollo en la sartén lo da. Déjate de este idiota. A cabalgar. Vamos, que las perderemos.
HANS: ¡Iros a cagar, chimpancés! He dicho que voy a pasear tranquilamente. El del dolor de estómago que se esté quieto. Y no quiero nada de nostalgias ni trucos baratos, ¿entendido?
PERSONALIDAD 1: Sí.
HANS: ¿Entendido?
PERSONALIDAD 2: Qué estupidez. Sí, de acuerdo, sí. Ya está. ¿Contento?
HANS: Cállate. Andando.
PERSONALIDAD 2: Tonto del culo.
HANS: Te he oído. Una palabra más y te tiro al buzón de correos.
PERSONALIDAD 1: No se lo tengas en cuenta, no es maldad. Casi siempre va borracho.
HANS: Por eso me fío más de él. Cierra tú también la boca.
PERSONALIDAD 3: He inventado un nuevo juego para distraernos durante el paseo. Si miras fijamente las líneas horizontales de las baldosas salen del plano y te sientes mareado.
HANS: Eres idiota. Contigo me da por el sentimentalismo. Sigue durmiendo, pequeñín.

[ ]

XML