cuentos de los días sumergibles


Afuera hay un rebaño de gente esperando ser conducida. Estudian en la universidad, hacen proclamas, se manifiestan por la calle, beben con sus amigos y luego se hacen asesores contables, representantes de comercio, maestros, dependientes, abogados, corredores de apuestas, psicólogos, críticos literarios. Después se dedican a esperar la muerte. Pagan sus impuestos y se buscan pasatiempos, revistas, canales de televisión, fútbol, acupuntura, flores, agencias de viajes, negocios inmobiliarios, intercambio de parejas, colecciones de sellos, hasta que llega su hora.

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