cuentos de los días sumergibles


Re mayor

Tus ojos me han preguntado
qué quiero de ti.
Bien, quiero tu desnudez,
Quiero tus uñas, las cuerdas vocales,
tus dientes.
Todo lo que quiero son tus rodillas
tu vagina,
tu garganta.
Quiero besarte la nuca,
la placenta, las orejas.
Quiero enterrarme contigo
esta noche
correr tu pelo entre mis dedos.
Olerte.
Quiero moverte las caderas,
aprender tus recodos,
oírte gemir.
Quiero verte encender un cigarrillo
oírte marchar a la cocina
tenerte caliente bajo las sábanas
de vuelta.
Quiero tu boca ardiendo
los pies descalzos
la ropa interior echada
bajo la cama.
Quiero que me eches
y me atraigas
que sonrías y enfurezcas
que grites, susurres,
muerdas.
Que me desafíes y me acarícies,
que me expulses y me tragues
que te sacies
y no te acabes.
Quiero tus jugos, tus vacíos,
tus esperas, tus tormentas.
Quiero tu brusquedad
tu sutileza.
Quiero tus cuchillos,
tu terciopelo
tu lengua.
Quiero lamer tus pulmones
tus dedos, tus labios.
Todo esto quiero;
una habitación sin abismos
un sexo vibrante
una oscuridad nueva.
Quiero tus ojos
en el justo momento de entrar
en tu casa secreta.

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